DESARROLLADORA: Treyarch
DISTRIBUIDORA: Activision
VERSIONES: PC, PS4, Xbox One
FECHA DE LANZAMIENTO: 06.11.2015
VERSIÓN ANALIZADA: PC
UN LIGERO REPUNTE
Desde hace unos cuantos años, o lo que es lo mismo, entregas, la saga Call of Duty viene ofreciendo unas campañas en solitario algo flojillas, por no decir decepcionantes. Todos guardamos el grato recuerdo que supuso la del primer Modern Warfare, quizá no tanto por su profundidad, sino porque fue la primera de la saga que ofrecía un ritmo endiablado apoyada de unos cuantos momentos estelares de esos que se quedan grabados en la mente de todo jugador. La fórmula se ha venido repitiendo año tras año pero cada vez con menor gracia, quien sabe si porque la calidad ha ido decreciendo, o porque ya estamos demasiado acostumbrados y resulta más difícil sorprendernos. Sea como fuere, con este Black Ops 3 me he encontrado un ligero repunte, sobre todo si lo comparamos con el último Black Ops 2 lanzado a finales de la generación pasada, el cual me pareció bastante decepcionante. Pero, ¿qué tiene esta nueva entrega para ser ese punto de inflexión?
La acción nos traslada al año 2065, 40 años después de los acontecimientos vividos en Black Ops 2, una época en que las guerras han dejado de ser coto privado de los ejércitos, siendo pequeños contingentes de agentes secretos quienes se encargan de realizar el trabajo sucio. En mitad de este panorama, la aparición de una nueva tecnología amenaza seriamente la existencia de la humanidad, y ahí es donde entramos nosotros. Tras una pequeña misión introductoria que no está del todo mal resuelta, el juego se embarca en una espiral de escenarios y peleas virtuales sin mayor trascendencia que hacen las veces de tutorial. Pueden tener cierto sentido dentro del marco argumental, pero se podría haber hecho de una manera mucho más sutil y sobre todo, breve. Si bien al principio la historia es algo confusa, el resto de la campaña se aleja de esa manía de saltar entre diferentes personajes que tan malos resultados ha dado en las últimas entregas, por lo que ¡sorpresa! puedes llegar al final enterándote de lo que está pasando.

Dado el carácter futurista de la historia, hay unas cuantas novedades que afectan directamente a la parte jugable. Los puntos de experiencia ganados en el campo de batalla pueden ser canjeados por nanocircuitos que te permiten realizar una gran variedad de ataques especiales, como neutralizar a un enemigo a distancia, o mismamente hackear un robot. La idea como tal está bien planteada, y si haces buen uso de ella, los enfrentamientos pueden hacerse bastante asumibles. El armamento es algo más clásico, aunque también puedes moldearlo a tu conveniencia. Que si ponle un silenciador aquí, que si añádele un cargado por allá... Si te gusta cacharrear con este tipo de cosas, Black Ops 3 te dará muy buenos momentos. La personalización no termina aquí, ya que desde el primer momento puedes elegir la apariencia de tu soldado, su género, e incluso su uniforme de combate, y lo que es más curioso, puedes modificarlo, género incluido, antes de cualquier misión. Digamos que la coherencia narrativa ha quedado en un segundo plano en favor de la flexibilidad en este sentido.

En definitiva, la campaña de Call of Duty: Black Ops 3 ofrece las mismas 8 horas de sus antecesores, solo que con algunas mejoras en el apartado jugable que pueden marcar una pequeña diferencia en la saga. Una de las más importantes, y que resulta de lo más divertida, es que puede ser jugada en modo cooperativo con hasta 4 jugadores, aunque de manera individual también se deja disfrutar. Esto, junto al hecho de que técnicamente al fin ha dado el paso que estábamos esperando hace años, y que la historia "se deja seguir", hacen del conjunto una campaña decente que no llega al nivel de las mejores, pero que como complemento al multijugador cumple su función perfectamente.
LO MEJOR
Los gráficos han dado un salto importante.
Las mejoras jugables se dejan notar.
LO PEOR
La campaña empieza muy sosa.
NOTA: 68
Creeping.
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