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sábado, 2 de diciembre de 2017

ANÁLISIS - Virginia

GÉNERO: Narrativo 
DESARROLLADORA: Variable State 
DISTRIBUIDORA: 505 Games 
VERSIONES: OSx, PC, PS4, Xbox One 
FECHA DE LANZAMIENTO: 22.09.2016 
VERSIÓN ANALIZADA: PC

UNA FÓRMULA ATREVIDA


Virginia es un producto que lleva hasta las últimas consecuencias el concepto de "walking simulator", pero a su vez sabe qué teclas tocar para distanciarse de su competencia directa y llamar la atención del comprador. La fórmula que han buscado sus creadores no da para hablar de elaboradas mecánicas jugables, ni de desafíos en forma de puzles o pruebas de habilidad que has de superar. Todo el supuesto encanto del juego recae en su historia, en ver si lo que pone en pantalla consigue engancharte de algún modo, y Virginia lo hace apoyándose de una narrativa un tanto peculiar, y de un apartado audiovisual pletórico de personalidad.



La historia te pone en la piel de la agente del FBI Anne Traver, la cual es enviada al pueblo de Virginia como compañera de la agente especial Maria Halperin. ¿Su primer caso? Pegarse como una lapa a su compañera mientras investiga algunas conductas reprochables que la rodean, un tarea ya complicada para una novata que además se complica con la desaparición inesperada de un adolescente, Lucas Fairfax. Como puedes leer, el argumento promete ciertas dosis de intriga, de hecho el juego se "vende" en algunos sitios como una especie de thriller de misterio, y en cierto modo los acontecimientos que se van sucediendo podrían dar la razón a dicha afirmación. Digamos que durante la semana que dura la investigación, los hechos creíbles se funden con otros que no casan mucho con la realidad, un guiño inequívoco a series como Twin Peaks, lo que en mi opinión supone todo un acierto.

Pero si la historia promete, lo que realmente llama la atención de Virginia es su narrativa. Durante la trama, de aproximadamente una hora de duración, no hay ni un solo diálogo entre los personajes. Todo se cuenta, si es que se puede decir, por sí solo: una sala de interrogatorios, un viaje en coche hasta el siguiente destino, la búsqueda de pistas en la habitación de Lucas mientras tu compañera habla con sus afligidos padres... Siempre a través de los ojos de la agente Traver, analizas e interpretas lo que está ocurriendo sin que nadie te diga qué hacer. Giras la cabeza, andas hacia un punto con el que interaccionas y poco más. Puede parecer demasiado escueto tratándose de un juego que apuesta por contar una historia, pero lo curioso es que la fórmula funciona realmente bien. Ni siquiera se pierde tiempo en desplazamientos y secuencias innecesarias. Lo mismo vas andando por un pasillo y de repente saltas a otro plano completamente diferente. Sencillo y efectivo al mismo tiempo. El juego está perfectamente ejecutado para que todo lo que hay en pantalla se entienda con los simples gestos de los personajes, y créeme que no hace falta más. Me atrevería a decir que Virgina cuenta más que muchos otros juegos con decenas de líneas de diálogo.

Esta original narrativa cuenta con un acompañamiento gráfico y sonoro que no dejará indiferente a nadie. Hay una apuesta evidente por la creación de un entorno poligonal tosco y sin mucho refinamiento, pero que al mismo tiempo tiene la virtud de expresar mucho, con muy poquito. La acertada paleta de colores y las expresiones faciales, simples pero efectivas, son algunos de los elementos que más aportan a la ambientación. No es un juego de fuerza bruta, sino más bien de diseño artístico por elección propia, y se nota de manera muy positiva. Sin embargo la banda sonora, interpretada por la Orquesta Filarmónica de Praga, sí que supone una demostración de talento al alcance de pocos juegos. No solo se limita a ambientar lo que sucede en pantalla, sino que es capaz de convertir momentos intrascendentes en otros muy especiales. Un simple viaje en taxi hasta tu destino mientras observas de fondo el atardecer, cobra una emotividad especial al oír de fondo alguna de las piezas musicales de fondo. Al igual que me ocurrió con Journey, Virginia sería un juego mucho más vulgar si no tuviese una banda sonora tan fantástica.


Y ya que meto en la ecuación a Journey, el apartado musical no es el único punto que ambos tienen en común. Al igual que el juego de That Game Company, la historia de Virginia da para poco tiempo, una hora y media siendo generoso, dependiendo de los rodeos en busca de pistas que quieras dar por los escenarios. De todos modos, en producciones de este tipo siempre quedan cabos sueltos en la trama a la interpretación del jugador, y no viene nada mal rejugarlo para apreciar nuevos detalles que muy probablemente se te pasarán por alto durante la primera partida. Virginia está muy lejos de ser un juego perfecto, pero dentro del género al que pertenece, se atreve a contar las cosas de una manera diferente. Si eres amante de este tipo de experiencias, yo que tú le daría una oportunidad.

LO MEJOR 
Narrativa original y efectiva. 
Una banda sonora excelente.

LO PEOR 
Excesivamente corto.

6/10

Creeping.

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