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sábado, 21 de septiembre de 2019

ANÁLISIS - Battlefield: Hardline (Campaña)

GÉNERO: Acción
DESARROLLADORA: Visceral Games
DISTRIBUIDORA: Electronic Arts
VERSIONES: PC, PS3, PS4, Xbox One, Xbox 360
FECHA DE LANZAMIENTO: 18.03.2015
VERSIÓN ANALIZADA: PC


BUENAS INTENCIONES


Hace unos cuantos años que Electronic Arts no termina de acertar con sus campañas. Recuerdo con especial cariño la de Battlefield: Bad Company 2, una campaña que sin ser excepcional en lo jugable, sí que ofrecía un elenco de personajes con mucho gancho por los que merecía la pena seguir jugando. Debería ser lo mínimo exigible, pero es cierto que los shooters en primera persona cada día apuestan más por la faceta multijugador en detrimento de una buena experiencia en solitario. Sorprendentemente este Hardline recupera algo, muy poquito pero suficiente, de lo que debería ser una campaña decente. Su propuesta tampoco tiene demasiado misterio: una historia facilona y previsible, unos personajes medianamente cuidados, y un apartado jugable que sin ser la bomba, tiene detallitos que resultan refrescantes. Y no hace falta nada más para pasar un buen rato frente a tu monitor.


Visceral Games, creadores de la saga Dead Space, es la compañía responsable de dar forma a la campaña de Hardline. El juego te mete en la piel de Nick Mendoza, un detective del departamento de policía de Miami que se ve envuelto en la típica trama de policías corruptos y cárteles de drogas, de la que tendrá que salir con vida. Decía anteriormente que la historia de Hardline era facilona y previsible, y aunque pueda parecer lo contrario, esto también tiene sus ventajas. Es una trama directa y sin rodeos, fácil de seguir y que no requiere de toda tu atención para disfrutarla. Es una narrativa clásica que tira de escenas animadas de corte cinematográfico, y lo mejor que se puede decir de ella es que cumple su función perfectamente. Diría más, está por encima de la media de lo que suele ofrece EA dentro del género.


Donde sí hay novedades más destacables es en el apartado jugable. Tratándose de un Battlefield, uno podría pensar que estamos ante el enésimo shooter de acción pura, pero la realidad es otra. En Hardline se ha querido dar una vuelta de tuerca a la fórmula añadiéndole un ligero toque de infiltración, y un poquito de táctica a la hora de abordar los enfrentamientos. Muchos escenarios cuentan con diferentes rutas de acceso y formas de abordar una situación en la que sueles estar en clara desventaja numérica. Aquí no se trata tanto de acribillar a balazos a todo lo que se mueve -que también se puede- sino de quitarte de en medio cuantos más enemigos mejor, pasando desapercibido el mayor tiempo posible. Puedes distraerles lanzando casquillos al suelo, o golpearles desde atrás como suele ser habitual en los juegos de infiltración, pero además se ha creado una mecánica en la que puedes reducir al enemigo tras enseñarle la placa, siempre y cuando no seas descubierto en el intento. No llega a ser tan inmersiva y completa como la vista en I Am Alive pero supone una característica que suma tanto a nivel jugable como narrativo. Al fin y al cabo ¿qué hace un poli si no mostrar su placa antes de pensar en disparar?

También hay hueco para los objetivos secundarios, aunque no de la forma que te estás imaginando. No se trata en ningún caso de misiones aparte, sino de encontrar pruebas que complementan el trasfondo de la historia, o detener a enemigos que tienen una orden de captura. Si eres meticuloso y efectivo en el campo de batalla, irás desbloqueando diferentes armas y gadgets que puedes ir cambiando a tu gusto en los típicos baúles diseminados por los escenarios. Más allá del armamento típico, hay herramientas tan interesantes como el gancho o la tirolina, que te permiten acceder a determinados puntos elevados del escenario y plantear así una estrategia de ataque. No obstante este juego ni es un Splinter Cell o un Metal Gear Solid, y tampoco lo pretende. La IA de los enemigos es bastante permisiva -por no decir mala- y en cuanto te descubren todo se vuelve muy Battlefield, lo que también tiene su encanto. De hecho a pesar de esta apuesta por la infiltración, hay partes importantes del juego que tiran de la fórmula clásica, ya sabes, la de disparar primero y preguntar después. No todos los capítulos de la historia son iguales, unos apuestan más por la nueva jugabilidad en escenarios abiertos, mientras que otros ofrecen la típica ración de pasillos aderezada con alguna secuencia "on rails". En cierto sentido se podría decir que es hasta variado en su desarrollo.


También se nota un esmero importante en la parte técnica. Es un juego intergeneracional que no exprime las capacidades de las máquinas actuales, pero al mismo tiempo es un título resultón en el que destacan sobre todo los modelados de los personajes, extraídos digitalmente de actores reales. Los escenarios por su parte son algo más sosos, aunque ofrecen cierto grado de destructibilidad que siempre influye positivamente en la parte jugable. El apartado sonoro ofrece unos efectos brillantes como ya es habitual en las producciones de EA, un más que correcto doblaje al castellano, y una banda sonora que en esta ocasión se limita a ambientar. En resumidas cuentas, la campaña de Battlefield: Hardline cumple con lo que se le ha de pedir a este tipo de experiencias. Se nota que a nivel narrativo hay cierto esmero que no ha habido en otras entregas de la saga, y no solo eso, también se agradece que a nivel jugable se haya intentado algo diferente. No es un producto que vaya a ser recordado como un referente en el género, ni mucho menos, pero tiene los ingredientes suficientes para que quedes satisfecho con las típicas ocho horas que dura la campaña.

LO MEJOR
Inclusión de infiltración y táctica.
Una historia sencilla que se deja ver.

LO PEOR
La IA de los enemigos es muy floja.
No profundiza demasiado en ninguna mecánica.

6/10


Creeping.
         

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