DESARROLLADORA: Mobius Digital
DISTRIBUIDORA: Annapurna Interactive
VERSIONES: PC, PS4, Xbox One
FECHA DE LANZAMIENTO: 29.05.2019
VERSIÓN ANALIZADA: PC
UNA EXPERIENCIA ÚNICA
Como jugadores muchas veces demandamos experiencias nuevas, juegos originales que no se limiten a ofrecer siempre lo mismo. Y si bien Outer Wilds podría venderse como otro mundo abierto de tantos que hay en el mercado, la realidad es afortunadamente muy diferente. El juego que nos ocupa está ambientado en un pequeño sistema solar formado por unos pocos planetas de reducido tamaño, un hecho no muy halagüeño cuando juegos como No Man's Sky, ofrece nada menos que un universo entero. Pero Outer Wilds no va de recrear cientos de miles de millones de estrellas y planetas. Su fuerte está en una escala infinitamente menos ambiciosa en cuanto a números, pero mucho más trabajada tanto en el desarrollo como en la narrativa.
Si no has estado al tanto de la existencia de Outer Wilds, la primera toma de contacto puede ser un tanto desconcertante. Tu personaje, un habitante del planeta Lumbre, despierta frente a una hoguera dispuesto a emprender su primer vuelo espacial. Pero antes de subirse al cohete tiene que hacerse con los códigos de lanzamiento, y ya de paso, hablar con el resto de habitantes. Por lo que se ve, es un pueblo que tiene una larga trayectoria en la exploración espacial, motivada por los restos de una antigua civilización conocida como los Nomai. ¿Quiénes eran? ¿Por qué ya no están allí? Son preguntas que tendrán su respuesta a lo largo de tus viajes espaciales.


Otro de los aspectos que hace único a Outer Wilds es su envoltorio audiovisual. Artísticamente se ha optado por un diseño estilo cartoon, en el que se busca una apariencia simpática más que el fotorrealismo. Y aunque hay un trabajo evidente en todo lo relacionado con las físicas y la iluminación, nadie diría que estamos ante un título puntero técnicamente. Sin embargo este juego es capaz de proporcionar alguno de los momentos más espectaculares que he vivido frente a un monitor. Poder aterrizar en un sistema binario de planetas y ver desde su superficie cómo orbitan a escasos kilómetros uno del otro; visitar un gigante gaseoso azotado por imponentes huracanes; o irte a los confines del sistema y aterrizar en un cometa cuya trayectoria pasa cerca de la estrella. Son solo algunos ejemplos de los muchos momentos que te dejan con la boca abierta. Además, no se ha escatimado ni un ápice en la recreación del movimiento de los cuerpos celestes, cómo la gravedad afecta a todos los objetos y se aceleran o frenan según la distancia de la estrella, o cómo se plasman los efectos gravitatorios de agujeros negros y blancos; incluso hay hueco para conceptos de mecánica cuántica en la resolución de algunos puzles... La acción siempre está apoyada por una excelente banda sonora capaz de ofrecer temas dramáticos, alegres, o melancólicos, que resonarán en tu cabeza durante mucho tiempo. En definitiva, y a pesar de sus carencias, este juego es una delicia visual y sonora, sobre todo para aquel que le apasione el mundo de la astronomía y la astrofísica.
Outer Wilds es un juego muy especial tanto por desarrollo como por ambientación. Sus creadores han sabido captar el espíritu de la exploración espacial, del descubrimiento, del misterio que sabe convivir entre realidad y ficción como en ningún otro juego. Su sistema solar en miniatura irradia una personalidad tremenda, más que la mayoría de los mundos virtuales que ofrecen los juegos actuales, y todo ello sin apenas líneas de diálogo, ni escenarios fotorrealistas. Y es esa desbordante personalidad la que acaba convirtiéndolo, en definitiva, en un juego único e indispensable.
LO MEJOR
La sensación de exploración y descubrimiento.
La recreación del sistema solar.
LO PEOR
El bucle te obligar a repetir algunas secuencias.
9/10
Creeping
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