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domingo, 14 de junio de 2020

ANÁLISIS - Star Wars: Jedi Fallen Order


GÉNERO: Aventura
DESARROLLADORA: Respawn Entertainment 
DISTRIBUIDORA: Electronic Arts 
VERSIONES: PC, PS4, Xbox One 
FECHA DE LANZAMIENTO: 15.11.2019 
VERSIÓN ANALIZADA: PC


ELECTRONIC ARTS ESTABA EQUIVOCABA


Durante esta generación Electronic Arts manifestó que los juegos para un jugador estaban en decadencia, y que iban a dedicar sus esfuerzos a la creación de títulos multijugador. Lógicamente se produjo una lluvia de críticas por una gran parte de la comunidad de jugadores, que veían como una compañía de grandes recursos daba a entender que pasaba de ofrecer buenas experiencias en solitario. Vamos, como si no hubiese mercado para ellas... Paradójicamente Respawn Entertainment, un equipo de desarrollo dentro de ese gigante, ha sido el encargado de tapar la boca a la propia Electronic Arts con el juego que nos ocupa. Jedi Fallen Order no es solo una buena experiencia para disfrutar en solitario, sino también uno de los mejores productos jamás creados en el universo Star Wars. Y sin rastro alguno de multijugador.


Un trasfondo de historias y personajes tan rico como el de Star Wars debería ser sinónimo de una buena trama, y en este caso lo es, aunque con matices. La acción te traslada cinco años después de las guerras Clon. Cal Kestis, el protagonista de la aventura, es un joven ex aprendiz de Jedi que trabaja como chatarrero en el planeta Bacca, intentando pasar lo más desapercibido posible. Tras ser descubierto por hacer uso de la fuerza para salvar la vida de su compañero, Cal se embarca en la búsqueda de un holograma que indica la ubicación de niños Jedi, la savia que permitirá reorganizar a la Orden en su lucha contra el Imperio. Todo este argumento se materializa en una historia bastante predecible y sencilla de seguir, que tira de todo tipo de recursos narrativos, como secuencias animadas, mensajes en hologramas e incluso referencias en los propios entornos. Desde luego no se trata de una historia memorable, pero se deja disfrutar. Donde sí han acertado de pleno es en la aparición de BD-1, un simpático robot que irá pegado literalmente a tu chepa, y que además de cogerle cariño por sus maneras, se convertirá en un pilar fundamental de la aventura gracias a sus habilidades de pirateo y curación entre otras. Diría que BD-1 hace las veces de R2D2 y C3PO de una manera bastante resultona, y que no desentona en nada dentro del universo Star Wars.


Pero más allá de que la parte narrativa esté bien resuelta, lo más destacable en Fallen Order está en su apartado jugable. Durante los primeros compases del juego todo lo que ves en pantalla es puro espectáculo palomitero: mucha secuencia para explicar a los personajes, persecuciones con mucho fuego de artificio, y un par de enfrentamientos para explicarte los conceptos básicos del combate. Todo muy a lo Uncharted o Tomb Raider, por qué no decirlo, pero lo cierto es que tras ese nivel de introducción el juego pega un vuelco total, convirtiéndose en una experiencia muy diferente. Y ojo, no creo que nadie viese mal un Star Wars al estilo de Naughty Dog, pero el resultado final obtenido en este Fallen Order también tiene muchas cosas que decir. Es un título que no se avergüenza de coger unas mecánicas de aquí, y otras de allá, para dar forma a una experiencia jugable satisfactoria en prácticamente todo lo que toca, ya sea exploración, combates o puzles.

Bajo esa apariencia de aventura para todos los públicos, Fallen Order se destapa como un metroidvania con claras influencias del género Souls. El desarrollo de la aventura te llevará por diferentes planetas cuyo escenarios se irán abriendo poco a poco, hasta desvelar una estructura de pasillos, zonas abiertas y secretos que jamás habrías adivinado tras haber aterrizado. Y he aquí uno de los puntos fuertes, si no el mejor de todo el juego, que no es otro que su diseño de niveles. Cada planeta está pensado para que la búsqueda del objetivo principal te lleve por un montón de sitios diferentes, algunos directos, otros que hacen más rodeo pero a cambio tienen jugosas recompensas, y cómo no, atajos que interconectan partes que en principio parecían muy lejanas entre sí. Por cierto, también en una clara referencia a la saga Souls. Como suele ser habitual en el género, también vas a encontrarte con sitios cerrados o inaccesibles que posteriormente, con las habilidades y poderes adecuados, podrás acceder. Esto lógicamente implica que tendrás que re visitar algunos escenarios, pero en ningún caso se me ha hecho pesado, sino más bien todo lo contrario. Como digo, descubrir todos los entresijos de cada mundo aprovechado los poderes de Cal es una auténtica delicia.

E igualmente solvente es el sistema de combate. En Respawn deben haber pensado que el uso del sabe láser hace más propicio que nunca tirar de las mecánicas de los Souls, y desde luego que ha sido una muy buena decisión. Los enfrentamientos juegan mucho con la esquiva y el bloqueo en el momento oportuno, desgastar la defensa del rival y entonces sí, masacrarle. Como no podía ser de otro modo, la fuerza de Cal también juega un papel importante en la lucha. Empujar enemigos, atraerlos, ralentizarlos o lanzar la espada láser, son algunos de los poderes de que irás aprendiendo a medida que se desarrolla la aventura. Lógicamente su uso tiene un consumo en la fuerza, por lo que no vale realizar ataques indiscriminados sin sentido. Los enemigos son muy variados y puñeteros, de hecho prácticamente desde el inicio del juego te pueden mandar al cementerio con un par de sopapos. También hay combates realmente épicos contra jefes finales, que en los niveles de dificultad más altos, pueden ofrecerte un reto de lo más interesante. Y si decides descansar para rellenar tu energía al máximo en un punto de guardado, ojito porque todos los enemigos que has derrotado previamente vuelven a estar vivitos y coleando. Este tipo de dificultad, evidentemente algo más suavizada que un Souls, pero más elevada que la media de aventuras de hoy en día, terminan dando al juego un puntito más de satisfacción.


Tras la exploración y el combate, la última pata jugable estaría en los puzles. Los pocos que hay- y esta sería una pequeña crítica- están muy bien pensados para hacer uso de los poderes Jedi. Pero como he dicho, no estaría de más que se hubiesen incluido algunos más. En este sentido Fallen Order apuesta menos por el puzle de concepción clásica, y más por el de encontrar la forma de acceder a una parte del escenario que en principio parecía inaccesible. Quizá habría sido deseable un mayor equilibrio entre ambos conceptos. La mezcla entre exploración, combates y puzles da fácilmente para más de veinte horas de diversión, algunas más si te da por exprimir los escenarios al cien por cien, una duración bastante adecuada para una experiencia en solitario que no abusa del contenido adicional ni de misiones secundarias.

Igualmente satisfactorio es el apartado tecnológico, aunque con ciertos "peros". Desde el punto de vista técnico, Fallen Order es un juego de contrastes ya que hay diferencias más que evidentes entre las secuencias animadas y el resto del juego. Las primeras ofrecen unos primeros planos realmente espectaculares, unos personajes muy expresivos y una gran calidad en las animaciones; sin embargo el juego real, por así decirlo, no mantiene dicho nivel de excelencia, "conformándose" con un apartado visual notable que da lo mejor de sí en la recreación de algunos escenarios -que no todos- y en las animaciones de combate. También hay hueco para algún que otro bug, sobre todo en lo que se refiere a saltar en determinados puntos, pero eso sí en ningún momento se siente como un juego feo o descuidado, aunque viendo lo que han dado de sí otros juegos recientes de Star Wars de la propia Electronic Arts, diría que está ligeramente por debajo del listón ya marcado por la compañía. Donde no hay mucho que reprocharle es en el apartado sonoro, ya que además de una estupenda banda sonora y los efectos sonoros típicos de la saga, el juego cuenta con un doblaje al castellano de calidad.

En definitiva, Fallen Order es un juego realmente bueno en casi todo lo que propone. A lo largo de la historia de los videojuegos hemos visto y disfrutado de muchos títulos basados en la saga Star Wars, pero pocos han sido capaces de ofrecer una experiencia tan redonda como en este. El estupendo diseño de niveles, el medido sistema de combate, e incluso la inclusión del simpático BD-1 son argumentos más que suficientes como para considerarlo uno de los mejores productos de la franquicia. Solo un poquito más de esmero en la vertiente técnica y algo más de punch en lo relacionado con la trama, le han impedido alcanzar el merecido sobresaliente.

LO MEJOR 
Estupendo diseño de niveles. 
Sistema de combate muy bien pensado.

LO PEOR 
Se nota que no está pulido del todo.

8/10

Creeping

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