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sábado, 13 de febrero de 2016

ANÁLISIS - Middle Earth: Shadows of Mordor

mordorcoverGÉNERO: Sandbox 
DESARROLLADORA: Monolith Productions 
DISTRIBUIDORA: Warner Bros. Interactive Entertainment 
VERSIONES: PC, PS3, PS4, Xbox 360, Xbox One 
FECHA DE LANZAMIENTO: 30.09.2014 
VERSIÓN ANALIZADA: PC

MÁS SOMBRAS QUE LUCES SOBRE MORDOR


No creo que la originalidad sea un apartado fundamental a la hora de valorar un videojuego. Es más, nombres tan reconocidos como Doom, Half-Life o por poner un ejemplo más actual, Uncharted, estuvieron fuertemente inspirados en juegos anteriores, pero al mismo tiempo supieron darle su toque personal para convertirse por derecho propio en referentes de sus géneros. Con la última producción de Monolith me ha parecido remontarme a la época de los juegos de 8 bits, cuando los clones de máquinas recreativas -con un nombre cambiado, eso sí- proliferaban en las estanterías de la tiendas de juegos habituales. Shadows of Mordor no solo se inspira, sino que fusila de una manera descarada diferentes mecánicas jugables de franquicias tan conocidas  como Batman: Arkham o Assassin's Creed. No obstante no estoy aquí para valorar la ética de esta práctica, sino si la "copia" merece la pena ser jugada o no, que es lo que realmente debería importarnos.

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La obra de Tolkien como trasfondo del juego es sin duda uno de los puntos más destacables de Shadows of Mordor. Si bien la historia no está basada directamente en ninguna película o libro, sí que hace uso de ese fantástico universo en cuanto a la recreación del mundo y sus criaturas. La acción nos pone a los mandos de Talion, un montaraz asesinado por la Mano Negra de Sauron, el cual es resucitado por el guerrero elfo Celebrimbor, y reclutado para ayudarle a consumar su venganza. Lo mejor del asunto es que el personaje principal aglutina ambas personalidades, por un lado al Talion maestro de la espada, y por otro al elfo capaz de ralentizar el tiempo y realizar ataques con su arco. Lo bueno -y malo al mismo tiempo- es que en el fondo tu personaje ya está muerto, así que nuevamente nos encontramos con un juego en el que morir apenas supone castigo alguno, salvo el de resucitar en otro punto del mapa.


mordor1Más allá de esta anécdota, Shadows of Mordor no se aleja ni un milímetro de lo que ofrecen la mayoría de los sandbox actuales. Hay un mapa grande -dos en este caso- repletos de iconos parpadeando cuales lucecitas en un árbol de Navidad, a la espera de que pases por ellos para acceder a una misión principal o secundaria, o bien para recoger el objeto de turno que desvela con cuentagotas trocitos de la historia y su trasfondo. Como suele ocurrir en este tipo de juegos, la campaña principal es relativamente corta, y las misiones que la componen, salvo un par de ellas, suelen estar demasiado encorsetadas. Ve allí, aniquila a tal enemigo siguiendo las constantes instrucciones que hay en pantalla, y ojo, no te salgas del círculo verde porque si no se reinicia la misión... Todo extremadamente rígido y sin apenas posibilidad de montarte tu propia estrategia, de hecho es recorriendo el mundo a tu antojo cuando puedes sacar el partido de todas las posibilidades del protagonista. El desarrollo pues sigue a pies juntillas lo visto en cualquier Assassin's Creed, hasta el punto de haber unas edificaciones, cuales atalayas del juego de Ubi, que has de escalar para visualizar una parte del mapa. Las similitudes no terminan aquí. El protagonista corre y trepa con esa misma habilidad innata, y por ende, parece ir sobre raíles cuando está sobre un borde, y también le cuesta bajar de él de una forma natural. Si eres aficionado a la saga Assassin's, enhorabuena, ya tienes el 50% aprendido.

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El otro 50% corresponde al sistema de combate, el cual afortunadamente copia el de la saga Arkham, y digo afortunadamente porque funciona muy bien. La gracia del sistema está en encadenar golpes sin ser interrumpido, contraatacar en el momento oportuno, y realizar todo tipo de ejecuciones y combos que irás desbloqueando a medida que tu personaje progresa en el juego. Es una mecánica muy satisfactoria cuyo único punto negativo sería que una vez alcanzado cierto nivel de habilidad -tampoco mucho-, puedes enfrentarte con total garantía a decenas de enemigos al mismo tiempo sin temor alguno. Este hecho propicia que el uso del sigilo sea bastante anecdótico, salvo por la satisfacción personal de haber realizado una incursión sin ser detectado. Y es una pena, porque el juego pone a nuestra disposición las herramientas necesarias para sembrar el caos entre los orcos sin ser detectados, y en muchos momentos la infiltración funciona realmente bien, aunque siempre auspiciada por una IA de los enemigos bastante mediocre, todo hay que decirlo. El escenario también se ocupa de ponértelo fácil, con las típicas hogueras que pueden explotar mediante un flechazo, descolgar enjambres de abejas, envenenar la bebida, y cómo no, ocultarte en el pertinente montículo de hierba. Las posibilidades son muchas, y están ahí para que hagas uso de ellas a tu antojo.

mordor4De cosecha propia tiene el Ejército de Sauron, una especie de sistema de jerarquías en el que has de enfrentarte a diferentes capitanes orcos para mermar las fuerzas de Sauron. Estos líderes tienen su propio nivel de experiencia, sus puntos fuertes y débiles, y lo que es mejor, recuerdan los enfrentamientos que han tenido contigo. Si uno te liquida, ascenderá en el ejército y no dudará en jactarse de ello cuando vuelvas a enfrentarte a él. Ir paseando por los escenarios buscando capitanes y acabando con ellos sin las ataduras de las misiones principales, es sin duda la parte del juego que más me ha gustado con diferencia, y por la que este juego merece ser disfrutado. El problema, nuevamente, viene dado por la facilidad con la puedes derrotarlos a medida que te haces poderoso, y más si por el camino has convertido a unos cuantos líderes a tu causa. Una pizquita de dificultad extra le hubiese venido de maravilla para darle algo más de mordiente, pero aún así es bastante disfrutable. Estas sensaciones positivas se ven apoyadas por un envoltorio técnico que sin llegar a la excelencia, raya a un muy buen nivel, destacando en la definición de muchas texturas, unas animaciones bastante espectaculares al realizar ejecuciones, y sobre todo, una recreación de la lluvia espectacular. Como curiosidad, el mapa inicial resulta mucho menos vistoso que el segundo -se desbloquea a mitad de la aventura-, el cual ofrece paisajes mucho más ricos en vegetación y estructuras.

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Haciendo un breve resumen de lo que ofrece Shadows of Mordor, me he encontrado con un juego que cumple en casi todas sus facetas, alguna de ellas copiando sin pudor a juegos conocidos, y otras de cosecha propia que terminan por darle una pizquita de personalidad a un conjunto "impersonal" de por sí. Si eres fan de la obra de Tolkien y te gusta la fórmula sandbox, este juego te puede dar decenas de horas de diversión; por el contrario si eres menos entusiasta de ambas corrientes, quizá no le encuentres tanto encanto y acabes aburriéndote antes de tiempo. Te parecerá simplemente un buen juego, que no es poco, pero como tantos otros hay en el mercado.

LO MEJOR 
La ambientación está muy conseguida.
El sistema de enfrentamiento contra capitanes.

LO PEOR 
Imita fórmulas de otros juegos, pero no las mejora. 
Puede hacerse muy repetitivo.

NOTA: 65

Creeping.

3 comentarios:

  1. Por la media de los análisis podría decir que esta nota es en equivalencia a un 9,5.

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    Respuestas
    1. O lo mismo es que las notas de otras partes están inchadísimas...

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  2. Para mi ha sido una buena experiencia, un buen juego. Un bien es un 6.

    Un 95 sería algo excelso, cosa que a mi no me lo ha parecido, aunque entiendo que para ti sí pueda serlo.

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